El Bayern está imparable. Como de costumbre. Como casi siempre. El Schalke 04 lo vivió en sus propias carnes, aunque no cayó con estrépito. Fue incapaz de parar el tren bávaro en casa y se quedó en cuartos de final de la Copa Alemana; los de Flick están en semifinales.
Ya desde la primera parte, se pudo dilucidar sobre el terreno de juego una batalla encarnizada entre dos de los clubes más poderosos de Alemania. Las ocasiones iban y venían de una portería a otra y el acierto sería lo que decidiría quién se llevaba el gato al agua.
Los locales estuvieron literalmente a centímetros de abrir la lata. El VAR entró en escena para aconsejar al colegiado y que este anulara una diana suya. Pero con Kimmich no hubo dudas. La zaga no acertó a despejar un centro y apareció él para mandar la pelota al fondo de las mallas desde la frontal.
En el segundo acto, el Bayern puso contra las cuerdas a sus rivales y rozó la sentencia. Las llegadas eran bastante más peligrosas y frecuentes y solo faltaba que la pelota entrara. Coutinho llegó a disparar al larguero en una de las acciones más claras.
No llegaba la reacción del Schalke 04 a pesar de los cambios tácticos que introducía Wagner. Los visitantes tenían el control del esférico y no permitían revueltas en su gobierno. Con la llegada del final del encuentro, el cansancio apoyó su causa y les echó una mano final: el ritmo de los locales bajaba.
Sí que tuvo que aparecer Neuer en alguna ocasión para desviar intentonas de sus contrincantes, pero hizo los deberes sobradamente y blindó el 0-1. Este acabó siendo oficial y dejando al Bayern ya en las semifinales del campeonato y un paso más cerca el título.