El Borussia Mönchengladbach le tiene tomada la medida al Bayern de Múnich. Y eso es algo que no puede decir todo el mundo, pero es que los pupilos de Adi Hütter lleva sin perder con los bávaros en los últimos cuatro encuentros.
Y eso que el conjunto bávaro comenzó con mayor presencia en área rival en los primeros compases del choque. El tridente Gnabry, Lewandowski y Müller comenzó a conectar entre sí y poco a poco fueron inquietando a Sommer.
En el minuto 18 de la primera parte, el '9' hizo a lo que nos tiene acostumbrados. Recibió del '25' y utilizando su cuerpo a la perfección, se giró y fusiló al suizo, que no pudo hacer nada para evitar el 1-0.
No obstante, este tanto no echó abajo la moral del 'Gladbach, que se puso manos a la obra y le buscó las cosquillas al líder de la Bundesliga. Los de Hütter fueron inteligentes y se aprovecharon de los numerosos huecos en la inusual defensa del Bayern.
Fue entonces cuando Neuhaus tiró de picaresca. En una jugada con mil y un rebotes en el interior del área, el centrocampista, que estaba libre de marca, recogió el esférico y con Ulreich ya en el suelo igualó la contienda.
Aquí se desató la auténtica locura. El recital de errores en defensa del Bayern siguió su curso y esto no lo pasaron por alto los visitantes. Tras un primer intento de Ginter, Lainer culminó de cabeza un regalo en forma de centro de Netz y batió al meta rival por segunda vez en apenas cuatro minutos.
La recta final de la primera mitad pudo acabar en auténtica goleada favorable al Borussia Mönchengladbach. El cuadro de Nagelsmann estaba 'grogui' y lo mejor que le pudo pasar fue el intermedio.
La segunda parte dejó una reacción necesaria en el Bayern, que salió desde el primer minuto con la intención de irse a por el empate a toda cosa. Aquí emergió la gran figura del partido, que no fue otra que la de Sommer. El guardameta suizo salvó a su equipo en varias ocasiones y deleitó a sus aficionados con unos paradones de auténtica belleza.
El 'Gladbach gozó de ocasiones a cuentagotas y su principal misión fue la de aguantar el resultado. El monólogo en ataque fue para los locales, pero pecaron de falta de acierto, hasta incluso el propio Lewandowski, que tuvo en sus botas la más clara, pero el esférico golpeó en la madera.
La frustración y el reloj se apoderaron del Bayern, que vio en el horizonte una nueva derrota contra el mismo equipo que los eliminó de la Copa con goleada. En el último suspiro, Plea se plantó solo ante Ulreich y pudo agrandar la herida, aunque el castigo para el actual líder ya fue suficiente.
No hubo tiempo para más y el 'Gladbach salió vencedor bajo la nevada del Allianz Arena. Nuevo tropiezo de un Bayern que sigue líder con ventaja, pero que tiene a los de Hütter como la gran bestia negra de esta temporada.