"El Beitar no es un club racista. A partir de hoy, la religión ya no será un factor en la elección de los jugadores del club", aseguró el nuevo propietario en una conferencia de prensa que recoge 'AS'.
Unas palabras históricas que suponen un paso adelante en la normalización del fútbol en Oriente Próximo, ya que el Beitar jamás ha tenido ningún futbolista árabe.
Además, el equipo de Jerusalén es conocido por tener unos hinchas radicales (llamados 'La Familia') que en múltiples ocasiones se han mostrado en contra de esta comunidad.
Pese a todo, el nuevo propietario quiso esclarecer que no realizarán un fichaje por el simple hecho de que un futbolista sea árabe. "Firmar a un jugador únicamente por ello también sería una forma de racismo", comentó.
Cabe recordar que el Beitar es un club surgido de la extrema derecha de Israel y que es el único equipo de la máxima categoría del país sin un jugador de esta etnia.