El Besiktas se mostró firme y cumplió su amenaza de no jugar lo que quedaba de partido contra el Fenerbahçe. Era consciente de todo lo que podía perderse y, aun así, llevó a cabo sus intenciones.
La Federación de Fútbol de Turquía anunció inmediatamente que su incomparecencia al encuentro suponía la clasificación del Fenerbahçe para jugar la final contra el modesto Akhisar, que dio la sorpresa contra el Galatasaray.
El partido se dio por cerrado con 3-0 y la sanción de un año para el Besiktas viene a echar más leña en Turquía, cuya convulsa situación política tiene réplica en el mundo del fútbol.
Ahora al equipo donde milita el portugués Pepe solo le queda el tren de la liga, donde tampoco la situación es muy halagüeña; el equipo es cuarto, a cuatro puntos del líder, el Galatasaray, cuando solo restan tres encuentros para la finalización del campeonato.