Varios focos iluminaron más de la cuenta el Estadio Benito Villamarín. Dos victorias seguidas encarrilaban la posibilidad de crear una buena racha muy necesaria en Heliópolis. Además, Álvaro Cejudo volvió la tarde que el Betis certificó su pase a los octavos de Copa.
Pero un hubo un hombre que terminó por atraer toda la atención sobre su persona. Lo Celso entró en la segunda mitad y bailó sobre la atenta mirada de más de 30.000 espectadores. Impuso su ritmo y llevó al equipo en volandas hasta la goleada.
Antes, en la primera mitad, el Betis ya ganaba 1-0. Un córner bien sacado desde la izquierda supuso un desencadenamiento de errores que acabó con el balón en el fondo de la red. La sopló Barragán, pero fue finalmente Jon Ander quién la introdujo sobre su propia portería.
Entonces el partido era más lento, más previsible. Para el minuto 46 Setién dio entrada al rosarino y las oportunidades se desataron. Marcó Sanabria de penalti, Sergio León aprovechó su frescura para adelantarse en un córner y los locales se soltaron.
Con los dos pies en la siguiente ronda de la Copa del Rey, el Racing nunca le perdió la cara al partido y siguió mostrando valentía y coraje. El resultado, tanto de la eliminatoria como del partido, no es justo en torno a una idea que clamó más al corazón que al fútbol.
El '21' verdiblanco cerró el marcador con una nueva obra de arte, otra más y refuerza su posición de 'Pichichi' del equipo con seis tantos.
Tres victorias seguidas para los de Setién que reciben el fin de semana al Rayo con la recuperación del olfato goleador por bandera. Los delanteros volvieron a marcar y el beticismo dormirá sintiéndose vivo en tres competiciones.