El Betis se queda en la Feria y se olvida de la Champions

No hay otra cosa de la que se hable más en Sevilla que la Feria de Abril. La famosa festividad tiene a todos los ciudadanos de la capital andaluza disfrutando de la música, el rebujito y el buen ambiente. Pero esto tiene un problema que ha afectado al Betis, que es el olvido de la importancia de la Champions League.
El Benito Villamarín se llenó en este martes de jornada intersemanal de Liga para disputar un importantísimo encuentro entre el cuarto y el quinto clasificado. La Real Sociedad, que disfruta de una cuarta plaza que da derecho a jugar la Liga de Campeones el próximo año, salió más que viva del campo de Heliópolis.
Desde el pitido inicial, se vio un conjunto verdiblanco apático y casi sin saber que se estaba jugando el poder recortarle puntos a su rival directo. De hecho, los muchachos de Imanol Alguacil tuvieron el dominio en los primeros 20 minutos de encuentro, donde Oyarzabal avisó en un par ocasiones con controles fallidos dentro del área.
El susto llegó cuando los 'txuri-urdines' recuperaron la pelota cerca del área rival gracias a la gran presión tras pérdida. El balón le llegó a Sorloth, que estaba adelantado a la defensa, y le pegó demasiado cruzado para meter miedo. Luego, Kubo lo intentó con un derechazo, pero apareció Miranda como un resorte para blocar.
Fue a partir de ese momento que los de casa pusieron más calma en el césped y empezar a articular jugadas con más posesión. En el 28', un centro de Ruibal con la izquierda cogió portería y obligó a Remiro a meter la mano casi en la escuadra para salvar el 1-0. Al filo del descanso, Canales chutó al lateral de la red en una llegada de Miranda por la izquierda.
Removió la coctelera Pellegrini al descanso y metió a Borja Iglesias y Luiz Henrique y salió del descanso tal y como acabó la primera mitad. Los fallos y las imprecisiones en la zona de tres cuartos provocó que el Betis se frustara cada vez más. El canterano fue el mejor con sus constantes carreras por la banda.
Los cambios y las interrupciones hicieron bajar el ritmo de un partido que fue gris en la gran mayoría de su totalidad. Solo una ocasión de Ayoze y otra de Canales fue lo más destacado de los segundos 45 minutos. El primer disparó arriba a la media vuelta y el segundo se encontró una pelota en el área que no le pudo dar dirección a portería.
Los donostiarras, conscientes de que el empate les valía para mantener la distancia de seis puntos, se encerraron y defendieron un resultado de 0-0 que se confirmó con el pitido final. De esta forma, lo que debió ser un martes de Feria con el colofón de la fiesta del fútbol terminó siendo un palo para un cuadro bético que tendrá que rezar para escuchar el himno de la Champions el año que viene.