El Bologna, entrenado por el italiano ex jugador del Barcelona y Atlético de Madrid Thiago Motta, consiguió rehacerse este sábado ante el Torino (2-1) gracias a una nueva gran actuación del austríaco Marko Arnautovic que les asienta en la zona media de la tabla tras esta decimotercera jornada de la Serie A.
Los locales se llevaron los tres puntos en un duelo entre dos equipos que llegaron en muy buena dinámica, con dos victorias consecutivas.
El Torino golpeó primero, en el minuto 22, con el tanto del serbio Sasa Lukic, que convirtió desde los once metros el penalti cometido sobre su compañero ruso Aleksey Miranchuk.
Reaccionó en el segundo tiempo el Bologna, que salió con la idea clara de ir a por los tres puntos, de no conformarse ni si quiera con un empate en casa. Y lo consiguió en menos de diez minutos.
Primero con el tanto del italiano Riccardo Orsolini, que hizo bueno el centro de su compatriota Emanuel Vignato en una jugada en la que participó, como en todas las que generan peligro para el Bologna, Arnautovic, ganándole la partida a su par y oxigenando con una apertura a banda que desembocó en la asistencia.
Y nueve minutos más tarde, en el 72', con un tanto casi idéntico del austríaco Stefan Posch. Arnautovic volvió a acaparar a la zaga turinesa, aguantando de espaldas el balón y provocando la liberación de espacios por banda izquierda, desde donde, de nuevo, salió el centro que acabó completando la remontada tras el remate de Posch en el segundo palo.
Pudo aumentar la ventaja en la última jugada del partido el Bolonia si Orsolini no hubiera fallado bajo palos sin portero, en un balón que recibió franco gracias a una genialidad en forma de rabona de un Arnautovic que no marcó -segundo máximo goleador del campeonato- pero que volvió a evidenciar la importancia de su figura para el conjunto boloñés.
Con la victoria, la tercera seguida, el Bologna escala puestos y se coloca décimo primero con 16 puntos, una plaza por detrás, precisamente, del Torino, décimo con 17.