El partido de Lisboa era capital para los dos equipos y la balanza acabó cayendo del lado alemán. La buena primera parte de los amarillos les permitió obtener una renta inalcanzable para los locales.
Los goles de Aubameyang y Weigl permitieron a los de Tuchel marcharse al descanso con los deberes casi hechos. El cuadro portugués intentó reaccionar en la segunda parte, pero le resultó imposible.
Y eso que lograron acortar distancias por medio de Bruno César, pero la defensa germana logró aguantar las acometidas de un Sporting de Lisboa que se despidió de muchas de sus opciones de estar presente en octavos.
Este resultado deja a los lisboetas al borde del precipicio y con la obligación de ganar en Alemania para mantenerse vivo en la competición.