Julen Lopetegui se ha despedido de la afición del Sevilla de la peor de las maneras, con una goleada muy humillante recibida en casa, en un duelo clave para soñar con alcanzar los octavos de la Champions. El Borussia Dortmund, como era de esperar, fue su verdugo.
Tras la derrota ante el Atlético en Liga, esta era la última bala para Lopetegui, que debía dar un golpe de la mesa, pero no lo hizo y su eliminación, tanto de la Champions como de la Europa League, está más cerca tras este desastre en el Pizjuán.
No fue rival el Sevilla para un Borussia Dortmund que hizo y deshizo a su antojo frente a la débil defensa local. Otro tema es la actitud del Sevilla, muy en entredicho, sobre todo viendo que, a los seis minutos, Raphäel Guerreiro se coló como Pedro por su casa para lanzar un zurdazo extraordinario a la escuadra de Bono.
Si ya era complicado el partido, más todavía con el marcador en contra, obligado no solo a puntuar, sino a ganar... y con la afición, obviamente, presionando y pidiendo un cambio en medio de uno de los peores inicios de curso de la historia de un grande de España como es el Sevilla.
Gudelj lideró la zaga, que una pesadilla. Los jóvenes Kike Salas y Carmona se vieron superados y la añoranza de un pasado bonito con Diego Carlos y Koundé sobrevolaba el Pizjuán. Sin Fernando, la sala de máquinas dejó de funcionar y solo En-Nesyri puso algo de oposición con carácter -aunque poca puntería- en ataque.
En el minuto 20, el delantero marroquí se salvó de la expulsión por derribar a un contrario que se plantaba solo ante Bono. Jesús Navas fue objeto de una falta previa, pero ni con esa pizca de fortuna logró levantarse el Sevilla, que recibió dos duros mazazos al borde del descanso.
Primero, Bellingham dejó sentado a Gudelj en plena carrera por la izquierda para definir con mucha clase frente a Bono. Dos minutos después, Adeyemi aprovechaba un rechace dentro del área tras el chut de Moukoko para firmar lo que era la sentencia, el 0-3 en un Pizjuán que estalló por momentos.
Se salvaron los jugadores de una sonora pitada en la segunda parte por la buena reacción con el gol de En-Nesyri en el 51', que daba ciertas alas para soñar con la remontada, pero fue un espejismo de varios minutos. Telles rozó el segundo con un centro-chut que se paseó por el área pequeña...
En el otro área, el Borussia perdonó demasiado entre el flan en que se había convertido el Sevilla en su propio campo. Una defensa de parbulitos y Brandt se encargó de cerrar la goleada con el 1-4 en el 75', tras un cabezazo sencillo dentro del área al servicio de Moukoko. Demasiado fácil.
Terminó esta tercera jornada de la fase de grupos con el Borussia Dortmund atacando y Lopetegui, pensando en cómo se despediría de una hinchada que le reconoció el trabajo realizado en los últimos años. Adiós a una etapa bonita pero que, por el bien del Sevilla, es necesario dejar atrás.