El Bournemouth dio el último golpe ante un Swansea muy serio

El partido comenzó sin mucho movimiento. Ambos equipos se fueron animando con el paso de los minutos y pasada la media hora se comenzaron a ver ocasiones.

Gradel fue el primero que golpeó. Lo hizo en el minuto 36 gracias a un zurdazo potente desde la izquierda, tanto que sería respondido tan solo dos minutos más tarde por Barrow, que ponía el empate en el marcador para tranquilidad de los jugadores del Swansea.

El partido se marchó a vestuarios con ambos equipos muy subidos de ánimos, pero volvió a ser el Bournemouth el que se adelantó en el marcado. Lo hizo de mano de King en el minuto 49. Y otra vez respondieron los 'cisnes'. Tan solo diez minutos más tarde, Sigurdsson anotó con un fuerte disparo tras ganar un balón dividido.

El gol definitivo llegó gracias a un cabezazo de Cook. Cerca del poste derecho, el atacante remató por bajo, imposible para el portero del Swansea.