Thierry Henry se estrenó como entrenador del Mónaco en la Champions tras caer en su primer partido con la intención de acercarse al Borrusia y al Atlético en un partido vital también para el Brujas. Con una alinación en la que destacó la presencia de Badiashile, cuarto portero utilizado en lo que va de curso, el club del Principado tan solo rascó un punto a domicilio.
La primera mala noticia para Henry llegó muy pronto. Jovetic recibió un fuerte golpe y no pudo continuar, lo que le llevó a caminar por el túnel de vestarios tras ser sustituido por Diop. Fue el Brujas el que metió primero el medio en el cuerpo con un gol que fue anulado a Wesley Moraes por fuera de juego.
Sylla, tras una jugada individual, logró batir a Letica y puso por delante a los de Heny, alegría que duró poco porque el Brujas, por medio de alquien que ya avisó como Wesley Moraes, le devolvió las tablas al marcador.
Vormer pudo poner al Brujas por delante, pero Badiashile logró repeler el fuerte disparo para dar paso a una segunda parte menos entretenida. Con el carrusel de cambios y un Brujas algo más incisivo, el Mónaco resisitió con contragolpes como el que culminó con peligro Golovin y al que respondió sin demasiados probelmas Letica.
Brujas y Mónaco terminaron por repartir un premio que sabe a poco y que complica la vida a ambos clubes en la Champions League.