Desde su llegada a la Premier League, el juego de Heung-Min Son ha ido en aumento. El jugador coreano elevó sus números en todas las facetas, incluso en aquellas que no son tan positivas.
Y es que, tras 18 jornadas de Liga disputadas, el ex del Bayer Leverkusen es el único jugador que ha visto dos cartulinas rojas, lo que choca con el Son más tradicional.
De hecho, ha sido en este 2019 cuando se ha calentado el futbolista coreano. Ha sido expulsado en tres ocasiones, aunque una de ella fue entrada fortuita que lesionó a André Gomes.
Tras esa acción, Son se marchó del campo llorando, algo que casa más con su forma de ser habitual. Porque normalmente es un hombre de sonrisa fácil y en el que puedes confiar en un momento malo.
En este contexto recordar que sigue viviendo con sus padres, para agradecerle todo el apoyo que le dieron cuando decidió dedicarse al fútbol. Por eso choca verle dándole una patada a Rudiger y siendo expulsado, como ocurrió en la última jornada.
La primera de este año llegó en la penúltima jornada antes de verano ante el Bournemouth, lo que le hizo perderse el final del curso en el templo de los 'spurs'.
Son está pasando su etapa rebelde en este 2019 que ya llega a su final. Antes de este año, el coreano solo había sido expulsado en una ocasión en ocho temporadas y había visto 16 amarillas.