El encuentro de Copa del Rey entre el Fuenlabrada y el Cádiz se resolvió en el último suspiro (0-1) gracias al tanto solitario de Tomás Alarcón, que abrió la lata en la jugada final del choque, evitó la prórroga y certificó el pase de los andaluces a los octavos de final del torneo.
Durante todo el choque, el gol se hizo de rogar. No fue por falta de insistencia, ya que los dos combinados arriesgaron en diferentes tramos del partido. El primer asalto fue para el Cádiz, que dominó hasta la llegada del descanso. No obstante, no estuvo acertado entre los palos, algo que también le sucedió al Fuenla.
Andone fue el jugador más importante en el ataque de los gaditanos en la primera mitad. Hasta tres ocasiones tuvo antes de la media hora frente a Miguel Morro, pero no anduvo excesivamente acertado. Mientras tanto, los de Sergio Pellicer no se amedrentaron ante el rival y trataron de hacer daño, aunque con menos peligro que los visitantes.
Quien más destacó entre los 'azulones' hasta que llegó el momento de retirarse a los vestuarios fue Pol Valentín, presente en casi todas las acciones ofensivas del combinado madrileño. Sin embargo, su insistencia no fue efectiva para que el Fuenla mordiese a su adversario.
Aunque los andaluces dominaron, tuvieron que necesitar el desfibrilador en el tramo final del encuentro. En el 41', David Gil se resbaló al sacar desde la meta y dejó el balón colgado en tierra de nadie. Los de Cervera lograron sacar el balón, aunque los locales recuperaron la posesión y la jugada desembocó en un centro envenenado de Pol Valentín que acabó tocando en el larguero.
Este error de David Gil fue un gran susto para el Cádiz, pero no ensombreció la actuación del guardameta, que salvó a su equipo en numerosas ocasiones durante la segunda mitad. El arquero tuvo que ponerse el mono de trabajo cuando el Fuenlabrada se mostró más atrevido, algo que ocurrió con frecuencia tras el descanso.
Y es que, en la segunda parte del choque, las ocasiones cayeron mayoritariamente del lado local. Varias veces llegaron jugadores como Pulido, que remató de cabeza un centro de Pedro León en el 63', o Anderson, que tuvo varias ocasiones, la más clara un remate en el 83' que acabó fuera gracias a una mano salvadora de David Gil.
Los dos cuadros lo intentaron de todas las formas posibles, pero el gol no llegaba. No obstante, el fútbol volvió a demostrar lo caprichoso que puede llegar a ser y reservó la acción definitiva para el final. En el 93', en una jugada vertical del Cádiz, Álvaro Negredo le cedió el balón a Tomás Alarcón en la frontal del área y este remató con éxito ante la meta de Miguel Morro, que no pudo detener el disparo raso.
Este tanto fue lo último que se pudo ver sobre el césped. Gil Manzano decretó el final inmediatamente después del tanto y la victoria del Cádiz frente a un digno Fuenlabrada se convirtió en una realidad. Los de Álvaro Cervera evitaron la prórroga y ya esperan en octavos.