Un líder que aspira al ascenso se viste por todas sus partes. Cuando el ataque está algo atascado, la defensa debe sacar del aprieto al equipo, y el Cádiz supo sufrir para sumar un punto importante.
No obstante, el Cádiz sigue cuesta abajo en su juego. No está sabiendo generar como a principio de temporada, algo obvio por otro lado, y los partidos se le están haciendo un poco largos.
La Ponferradina apretó las tuercas por momentos al líder, aunque le faltó ese punto de fortuna para encontrar el gol. En líneas generales, el choque estuvo igualado, pero los locales incidieron más en el segundo tiempo por el gol.
La timidez de ambos equipos protagonizó los primeros 45 minutos de juego. Un juego tosco y sin claridad por ningún bando que cogió velocidad de crucero en el último cuarto de hora de encuentro.
Caro realizó su primera intervención en el 72', a un testarazo de Garrido. A continuación, Perea amenazó la estabilidad de la Ponferradina con un gran chut. El equipo local comenzó, a raíz de esos sustos, a dominar el duelo.
La segunda amarilla y, por tanto, expulsión de Quezada precedió a la mejor ocasión del choque, una gran parada de Cifuentes para sellar el empate en Ponferrada. El Cádiz sigue sumando, pese a que cada vez le cueste más.