Cuarta victoria consecutiva para un equipo hecho completamente de humildad, ganas y una tremenda afición que este sábado llenó las gradas del Francisco de la Hera. Mucho mérito para este Extremadura.
La papeleta que tenía encima de la mesa no era sencilla al final de la primera vuelta, pero el trabajo incesante de Manuel Mosquera ha hecho despertar una ilusión por la permanencia que andaba guardada en el cajón de la inexperiencia en esta loca categoría llamada Segunda División.
Después de las dos victorias a domicilio en La Rosaleda y Riazor, se presentaban necesarios y vitales los tres puntos ante el Tenerife, un perro flaco para el que todo son pulgas.
Apostó por el mismo esquema Mosquera, con Kike Márquez acompañando a un Ortuño que se ha adueñado del puesto de ariete. Pero fue Márquez, el '10' azulgrana, el que transformó el único tanto del partido.
Balón parado escorado y ello, en Almendralejo, se traduce en acción de peligro. Kike Márquez sorprendió a todos, incluso a sus propios compañeros, con un disparo potente y colocado, cuando lo más normal era el centro al corazón del área.
Llegaba a cuentagotas el Tenerife, mientras que Dani Hernández le mantenía con vida tras un mano a mano y el despiste de la zaga chicharrera. Tras el paso por vestuarios, reacción clara iniciada por Malbasic.
Del cielo al infierno
Sin embargo, este Tenerife es capaz de lo mejor pero, sobre todo, de lo peor. Nano Mesa estrelló un disparo en el poste, cerca de la escuadra. Se salvó el Extremadura. A los tres minutos, pérdida inesperada y falta innecesaria de un Jorge Sáenz que dejó con diez a su equipo y se perderá el derbi canario.
A pesar de todo ello, el Tenerife no dijo su última palabra, ni mucho menos. El carrusel de cambios metió a los tinerfeños en el encuentro, aunque el acierto les esquivaría. Paco Montañés tuvo el empate en sus botas, pero un incomensurable Pardo demostró que es el líder de la revolución azulgrana.
El Extremadura había amarrado el triunfo y no lo iba a dejar escapar. El Tenerife probó con balones colgados al área por Luis Milla. Demasiada heroicidad para el cuadro chicharrero, que vive un momento muy delicado, todo lo contrario que este 'superExtremadura'.