A Antoine Griezmann, aunque la cosa no pareció ir con él, le llovieron los silbidos cuando por megafonía se anunció el nombre del delantero francés, que por segundo año consecutivo suena como futurible del conjunto azulgrana.
Durante toda la semana, diversos protagonistas analizaron la posibilidad de que Griezmann fuera recibido con pitos. Hasta Valverde, en rueda de prensa, habló del asunto. El 'Txingurri' señaló su contrariedad ante los silbidos que terminaron llegando.
No fue una pitada por parte de todo el estadio, ni mucho menos. Cierto es que en el momento de la presentación de los onces, el Camp Nou no estaba poblado al completo. De todos modos, los pitos fueron claros.
A Griezmann le persiguieron las cámaras y mostró incluso varias sonrisas durante el calentamiento. No le importó el recibimiento demasiado, a tenor de sus gestos.
Una vez comenzó el encuentro, Griezmann tardó varios minutos en tocar el esférico. Cuando lo hizo, los silbidos regresaron, aunque de un sector diferenciado y concreto del Camp Nou.