La cabeza de la tabla de la Serie A se aprieta con este resultado. El Nápoles sigue siendo el líder del campeonato, pero ha perdido una oportunidad de oro de serlo en solitario y, de paso, abrir brecha con el vigente campeón.
Ha sido, sin ninguna duda, el mejor partido de la jornada. Porque se medían el campeón del pasado curso, el Inter, con el líder del actual, el Nápoles.
Un Nápoles que, con la derrota del Milan por 4-3 ante la Fiorentina el sábado, tenía una oportunidad perfecta para ser líder en solitario, pero el Inter demostró ser un rival formidable.
Un rival que no se achicó tras encajar el 0-1, obra de Zielinski al cuarto de hora, ya que no tardó en empatar el partido, al convertir Çalhanoglu un penalti por mano de Koulibaly.
Con 1-1 el partido parecía que se iría al descanso, pero Perisic lo evitó deshaciendo la igualada al filo del intermedio. El Nápoles, que empezó ganando, arrancó la segunda parte en desventaja, la cual se vio aumentada a la hora de partido tras el gol de Lautaro.
Pero los partenopeos no tiraron la toalla, bregaron, lucharon y en el 79' volvieron a meterse en el partido gracias a un gol de Mertens. Gol que no tuvo continuidad y que no evitó que el Nápoles cosechara su primera derrota de la temporada.
Derrota que aprieta la cabeza de la tabla clasificatoria, pues el Inter, tercero, ya está a solo cuatro puntos de Nápoles y Milan. Cierra los puestos de Champions el Atalanta, con 25 puntos, tres menos que los 'nerazzurri' y siete por detrás de los colíderes.