Dele Alli tenía sólo 19 años. El Tottenham le había fichado un año antes, pero le dejó cedido en su equipo de toda la vida, el Milton Keynes Dons, heredero (aunque no para todos), del histórico Wimbledon.
En la pretemporada de la 2015-16, Alli se jugaba si quedarse en el equipo o volver a ser cedido. No tardó en demostrar a los 'spurs' que estaba llamado a hacer grandes cosas.
Era su segundo partido con el Tottenham, y el primero como titular. Enfrente, el Real Madrid. Como telón de fondo, la Audi Cup de 2015, uno de esos torneos de verano propios del fútbol moderno.
En aquel Tottenham salieron de inicio ocho jugadores que hoy están en el Mundial de Rusia. Casi nada. Uno de ellos era un jovencito Dele Alli.
En el centro de campo Alli tuvo que medirse, junto a Eric Dier, a Modric, Kroos e Isco, y fue al primero al que demostró de qué pasta estaba hecho.
A los 23 minutos de partido le llegó un balón, y con el rabillo del ojo vio que el mediocentro croata iba a por él como una bala. Con un sutil toque le coló el esférico entre las piernas, dejándole con el molde.
Alli continuó la jugada, y las malas lenguas dicen que en algún momento del partido, Modric le llamó "mocoso".
Tres años después el destino les ha vuelto a juntar, y en una entrevista para el diario inglés 'Mirror', Dele Alli recordó lo sucedido. "Dijo algo, pero no le conozco en persona", dijo el centrocampista inglés, sobre el supuesto insulto del croata.
"Todos a quienes conozco que jugaron con él en el Tottenham me dijero que era una persona increíble, así como un gran jugador. Yo le recuerdo", añadió, a continuación.
Preguntado por si le gustaría repetir en el Croacia-Inglaterra de semifinales, Alli no dudó. "Siempre disfruto un buen caño. Sería divertido hacerlo de nuevo", afirmó.
El partido, por cierto, lo ganó el Madrid por dos goles a cero, tantos obra de James y Bale, uno en cada parte.