Toda una vida en el PSG le ha dado a Rabiot los frutos que esperaba. Desde que cumplió la mayoría de edad, este fantástico centrocampista ha sabido sortear todos los escollos que se pusieron en su camino. A base de talento y criterio futbolístico, el francés es el único canterano que se asoma entre los millones.
Han ido llegando jugadores de primer orden mundial, muchos de ellos tras una inmensa cantidad de dinero. Pero Rabiot ha sobrevivido y, no sólo eso, lo ha hecho sumando minutos y partidos de enjundia.
Los datos alumbran esta teoría. Desde la 2013-14, Rabiot ha disputado 30 encuentros o más en cada una de las campañas. Su máximo exponente fue en la 15-16, en la que jugó hasta 42 partidos.
Este curso la situación no ha cambiado para él. Emery confía en su despliegue, su técnica y su solvencia para sacar el balón jugado y llegar al área rival. 33 encuentros, cuatro goles y seis asistencias se convierten en su carta de presentación.
El niño que creció soñando con el Parque de los Príncipes ahora es un ídolo allí. El Madrid se presenta como una gran opción para que se asiente definitivamente en la élite, a la que llegó directamente desde la cantera parisina.