Ni Barça B ni Castilla se han adaptado como corresponde a la nueva Primera RFEF. Hay equipos muy potentes en la nueva división de bronce y los pequeños futbolistas de los filiales, a excepción del Villarreal, lo están pasando mal.
Ante el Atlético Sanluqueño, el Castilla vivió una nueva pesadilla. Cayó por 3-1 y ese resultado acerca mucho a la zona de descenso a un Raúl que no logra dar con la tecla.
El buen arranque blanco en Sanlúcar de Barrameda enseguida quedó borrado de un plumazo. Edu Oriol transformó un penalti a los diez minutos y solo cuatro después, el equipo gaditano ya ganaba 2-0 después del segundo tanto del lateral derecho catalán.
Azkue estuvo muy cerca de lograr el tercero antes de que el Castilla espabilara. Theo Zidane y Arribas dieron otra cara al filial blanco en el final del primer tiempo y este último, ya con minutos en el primer equipo, generó de la nada el 2-1 en el añadido del primer tiempo. Forzó un penalti en una gran jugada individual y luego lo transformó con maestría.
Ese tanto a última hora parecía dar alas a un Castilla que empezó bien y con llegadas en el segundo tiempo. Resistieron los locales, que crecieron de nuevo de la mano de Edu Oriol y que harían el 3-1 por mediación de Adrián Armental a media hora del final.
Desde entonces, los de Raúl desaparecieron. El Sanluqueño casi marcó el cuarto poco después y hasta Güiza se sumó a la fiesta en los instantes finales con dos ocasiones claras que estuvieron a punto de significar el cuarto.
El club gaditano se queda a un paso del 'play off', mientras que el Castilla cada vez preocupa más por la falta de regularidad y pegada.