Arrancó con ímpetu el filial blanco, queriendo asumir el protagonismo desde el inicio y marcar el ritmo del encuentro para someter al conjunto salmantino a su antojo.
Merced al paso de los minutos y las dudas iniciales del Guijuelo, el Castilla dispuso de varias ocasiones para adelantarse en el marcador, pero no hicieron si no despertar a su rival.
Sin un claro dominador, el cuadro local se fue armando de argumentos y amenazó la portería de Belman sin complejos, buscándole las cosquillas a los blancos.
Capricho del destino, cuando mejor estaba el Guijuelo, Cristo recibió en el área, se fue de su marcador y batió por bajo a Ramos con un disparo tenso.
El 0-1 llegó en la recta final del primer tiempo, pero el paso por vestuarios sirvió a los salmantinos para resetear su estado anímico, en aras de darle la vuelta al marcador.
Apenas tres minutos después de la reanudación, Pepe Carmona acarició el balón para imprimirle una rosca excelsa que se coló por el palo largo del guardameta blanco.
Sin embargo, la alegría poco duró en el Municipal de Guijuelo. Iván Pérez realizó una entrada a destiempo y se vio la segunda amarilla, dejando a su equipo con diez.
Lejos de venirse abajo, en un arrebato de pundonor, el conjunto local soportó el asedio del Castilla y buscó la portería de Belman con valentía.
En el minuto 81, Manu Fuster se sacó un truco de la chistera para esquivar la salida del guardameta y empujó a la red un balón que valió tres puntos.