La tecnología le jugó una mala pasada este jueves al Celta de Vigo, que tuvo un serio inconveniente a la hora de vender las entradas de cara al choque ante el Sevilla de este fin de semana.
Un problema informático tras una demanda de localidades impidió que el servicio de venta online funcionase con normalidad.
Los aficionados del cuadro vigués se enfadaron por ello y el club respondió rápidamente tomando la decisión de regalar dos entradas a cada abonado que acudiese a las taquillas.
En poco tiempo se formaron largas colas en balaídos y en poco más de dos horas se agotaron los boletos disponibles.