El partido empezó siguiendo el guion que se había escrito en los últimos días. El Krasnodar intentaba hacerse con el balón ante un Celta que se camufló como presa cuando realmente esperaba su momento cual cazador agazapado entre los matorrales.
Los locales no terminaban de encontrar el agujero en la red que tejió a la perfección Berizzo, con la vuelta del 'Tucu' Hernández al centro del campo para custodiar la sala de máquinas gallega.
Sisto tuvo una buena ocasión tras un disparo seco que sacó con una buena mano Sinitsyn en la que fue la mejor ocasión de los de Balaídos en el primer tiempo.
El Krasnodar tampoco dio excesivo trabajo a Sergio. Los locales intentaban aparentar más fútbol del que tuvieron, pero con el paso de los minutos se fueron deshaciendo más allá de una intentona de falta que sacó bien el meta visitante.
Gazinskiy por parte de los rusos y Guidetti, por los visitantes, intentaron sendos disparos sin éxito en una primera mitad que echó de menos la magia de Aspas.
Mallo encendió el horno y Aspas 'sacó la pizza'
La reanudación trajo el despertar del 'Príncipe', que estuvo a punto de regalar el primer gol en la acción que precedió al 1-0.
También con Aspas como protagonista, el punta remató a portería y el rechace, posiblemente de las manos de un defensor, le cayó a Mallo, que hizo el primero por la escuadra.
El gol espoleó al cuadro ruso, si bien a la vez lo alejaba de la opción de pasar a cuartos. Pero hubo arreón pertinente, que entre Sergio y la mala puntería de los locales quedaron en nada.
Wanderson tuvo el empate, pero la suerte no estaba de la parte rusa en el día de hoy. Sin embargo, fue Aspas el que sí acertó a batir al meta rival con una preciosa vaselina que puso la guinda al choque.
Al final, Sergio también tuvo su minuto de gloria tras dos buenas intervenciones que terminaron de confirmar el pase de los vigueses, un equipo que conquistó Rusia, se hizo 'zar' del Kuban y ahora mira sin miedo a Europa.