No era un grupo especialmente difícil. Sin embargo, el conjunto romano decidió ir complicándose la vida. Cayendo fuera, sin ganar en casa más allá de un partido. Pero tenía un doble o nada ante los escoceses. Y acabó en pesadilla.
Pese a que arrancó como la seda cuando Immobile, siempre voraz independientemente de cómo esté su equipo, marcó de cabeza una falta que llegó incomprensiblemente al segundo palo.
El panorama le sonreía, el Celtic debía arriesgar. Sin embargo, el tanto del empate de Forrest cerca del descanso no llegó con mucho sufrimiento. En una buena acción, Elyounoussi abrió a la derecha para la entrada de su compañero, que cruzó el tiro ante Strakosha.
Como había que ganar sí o sí, el equipo de Inzaghi salió dispuesto a ir a por todas. El riesgo que tuvo que asumir dejó alguna contra peligrosa que pudo haber adelantado los problemas. Pero el Celtic no anduvo fino en la finalización.
Quien sí estuvo bien atento bajo palos fue Forster, especialmente en una mano que sacó de manera imperial a tiro de Luis Alberto tras reverso. El gaditano, además, se estrellaría contra la madera.
Cuando buscaba el último ataque del partido, en el 95', Berisha tuvo una imperdonable pérdida. El tres contra tres acabó con pase de Edouard y finalización dentro del área de Ntcham, que mandó la bola a la red, al Celtic a la siguiente fase y a la Lazio, a la lona.
Los de Inzaghi están virtualmente eliminados. Necesitan ganar sus partidos, uno de ellos la próxima jornada ante el Cluj, quien debería caer también en la última en su casa, aunque recibirán a un Celtic ya clasificado.