Félix Zwayer pitó el inicio del encuentro en el Wanda Metropolitano y Diego Costa volvió a recordar a la 'Pantera' de la que tantas veces presumió el Atlético de Madrid. Pero a pesar de pelearse contra la defensa rival, luchar cada balón y contar con oportunidades de adelantar a los suyos, su casillero goleador se quedó a cero.
El hispano-brasileño abandonó el césped y entró en su lugar Álvaro Morata, el flamante nuevo fichaje de los 'colchoneros'. El madrileño volvió a marcar, pero, sin suerte, la diana fue anulada por el VAR y tampoco valió.
Ante la ausencia de gol en los 'killers' más destacados de Simeone, Griezmann, Saúl o Correa pudieron tomar el relevo, pero el ataque resultó tener la pólvora mojada. En su lugar, los hombres que decidieron el resultado a favor de los rojiblancos fueron Giménez y Godín.
La pareja de uruguayos, o como parece estar definida de puertas para dentro del Metropolitano, la 'vieja guardia', se ha convertido en un arma fundamental del 'Cholo' a la hora de hacerse con los victoria en partidos cerrados.
Tal y como recoge 'AS', el de la ida de la Champions en la capital de España fue el quinto partido de la temporada, entre Liga y Champions, ganado gracias a los tantos de la defensa.
El primero fue en el choque inaugural de la fase de grupos, cuando Giménez remató un córner en el Stade Louis II para certificar la remontada y llevarse los tres puntos de Mónaco.
Desde entonces y dado el potencial del Atlético de Madrid en las jugadas a balón parado, esa habilidad se ha convertido casi en una costumbre, dotando al equipo de 12 puntos que son oro en una competición tan apretada como LaLiga.