El Atlético volvió a la senda de la victoria tras el susto copero ante Las Palmas. Lo hizo ante un Betis que dio la cara, pero no pudo superar a un equipo que rememoró los primeros años de Simeone, cuando bastaba solidez defensiva para ganar sin siquiera merecerlo.
Gaitán respondió a las palabras del técnico argentino con un gol que acabó resultando decisivo para sumar los tres puntos. El Atlético supo manejar el 1-0, entregó el mando del partido por momentos y se sintió lo bastante sólido como para no remachar el partido.
Tras los problemas de los primeros partidos, Simeone ha ido renunciando al Atlético espectáculo para volver a su idea original. Trabajo, trabajo y trabajo para sacar adelante cada partido como si fuera el último.
Y eso que el Betis le planteó bien la batalla. Pero se encontró muy pronto el gol en contra y no supo armarse en ataque para hacer daño a la defensa rojiblanca. Moyá realizó un par de buenas intervenciones, pero no sufrió en exceso.
Sólo la longitud del resultado mantuvo al Betis en el partido. El Atlético fue durmiendo el balón, recuperando a Carrasco y asegurando tres puntos capitales en la pelea por reencontrarse.
En la segunda mitad, el partido se fue perdiendo entre posesiones insulsas y arreones locales que no terminaban de concretarse en el gol de la sentencia. Mientras, el Betis aguardaba, esperando esa ocasión que les permitiera rascar un empate.
Pero este Atlético ya tiene demasiados tiros a sus espaldas para regalar puntos así. El choque murió en el área verdiblanca. Ni siquiera la última falta de Joaquín encogió el corazón de un Atlético que, pese a los tímidos silbidos de su gente, vuelve a tener clara la idea que le llevó al cielo no hace tanto.