El orden empieza a imperar en el grupo F. El Manchester City hizo bien sus deberes para recuperar la normalidad; el 3-3 del Hoffenheim-Lyon le dio el premio extra de recuperar el liderato.
Dos jornadas después de comenzar la competición con un traspié inesperado, el camino vuelve a estar asfaltado para depender de sí mismo y acabar la fase de grupos como el mejor de los cuatro.
Por lo pronto, este martes sí que fue el mejor en Ucrania. Nunca dio opciones a los locales, a pesar de que tardó en abrir la lata. Cuando lo hizo, casi sentenció.
Porque entre el minuto 30 y el 35 hizo sus primeros dos tantos. Silva, con una volea tras varios rebotes afortunados, dio mucha calma a un Guardiola bastante tenso en el banquillo. Un córner horriblemente defendido por el Shakhtar permitió a Laporte insuflar más oxígeno.
El campeón de Inglaterra pudo vivir de las rentas a lo largo del resto del choque, y casi dedicarse más a mirar más lo que ocurría en Alemania, donde se vio un encuentro lleno de alternativas.
El redondeo de la goleada llegó a cargo de Bernardo Silva, quien anotó en su primera acción del choque un minuto después de entrar por Kevin de Bruyne.
Tras una buena conducción a la contra, el jugador portugués definió chutando desde la línea del área con un lanzamiento que entró previo toque en la madera.