Fue una victoria de pocos goles, que no con poco juego, porque el City hizo y deshizo ante un Dinamo que aguantó el chaparrón como pudo. No fue la noche de Dani Olmo. Difícil ante el City cuando se pone en plan abusón.
El partido empezó a un ritmo lento que pasó a ser vertiginoso cuando empezó a facturar oportunidades el equipo inglés. Bernardo Silva y Agüero pusieron a prueba a Livakovic, sin tino, al cuarto de hora.
Gündogan envió un balón al palo, Agüero la mandaba arriba, Silva casi aprovecha un anterior cabezazo del 'Kun'... Un ejemplo del dominio abrumador del equipo de Pep: a la media hora, el City había dado 278 pases y el Dinamo, ni 40.
Pero el encuentro se fue al descanso con empate a cero, ante la poca efectividad de los delanteros 'skyblue'. Guardiola pedía y pedía más a los suyos. Hasta hizo que le enseñaran amarilla.
Tras el descanso, mismo guion, y el conjunto croata a punto estuvo de regalar goles ante el error al alimón de Peric y Livakovic. El City siguió insistiendo, sobre todo por banda.
Y fue tanto la asistencia que al final cayó. Recurrió Guardiola a Sterling, una de sus mejores obras, y a los diez minutos ya había anotado. De Rodrigo a Mahrez, de Mahrez a Sterling. Combinación clásica y gol del City.
El conjunto inglés pidió penaltis que tras la revisión del VAR el colegiado entendió lógico no dar. La tranquilidad la puso Foden, que en el añadido, tras entrar él en el 89', culminó con maestría un contragolpe.
Tras este resultado, el Manchester City ya lidera en solitario el Grupo C de la Champions con seis de seis; tres tiene el Dinamo tras su visita por el Etihad.