El Liverpool-Manchester City fue un partido que pasará a la historia de la Premier League. No tanto por la goleada de los 'reds', que aleja a los 'citizen' de un título para el que tendrán que remontar de manera espectacular.
Pero sí por todo lo sucedido durante el choque. En el partido, Pep Guardiola dejó imágenes icónicas al protestar por lo que consideraba que habían sido tres penaltis no pitados a su equipo.
Informa 'The Sun' que el Manchester City apoyó a su técnico y mandó una queja formal a Mike Riley, director de arbitraje de la FA, para pedir explicaciones.
Paralelamente, Pep Guardiola se mostró crítico con la forma en que el VAR se estaba aplicando en una reunión de entrenadores de la UEFA en Nyon.
Riley intentó responder constructivamente a la carta del equipo celeste, pero recalcó su decisión de no cambiar la política del VAR en Inglaterra.
En breve, el director de los árbitros tendrá una reunión con los clubes, pero será para analizar los beneficios de la aplicación del videoarbitraje y, pese a la desconfianza, no habrá retirada de VAR en Inglaterra hasta que se mejoren los procesos.