El Manchester City ha sacado un punto en limpio de Alemania, resultado más que suficiente para garantizar su pase a los octavos de final, aunque sea como segundo de grupo.
Sin embargo, no ha sido fácil en absoluto. De hecho, el Borussia Mönchengladbach llegó a estar por delante en el marcador durante 20 agónicos minutos para los de Guardiola.
No ha sido un partido brillante para los 'citizens' en absoluto, y esas malas sensaciones las ha aprovechado el Borussia sin dudar.
Raffael se aprovechó de una jugada que comenzó con un error de Stones para abrir el marcador. El flamante fichaje el City se dejó caer, buscando un falta, y lo que permitió fue que Stindl le robara la cartera y pusiera un pase a la frontal que remató Raffael al fondo de las redes.
Mal se puso el partido para el City, pero al filo del descanso empató gracias a un gol de Silva a pase de De Bruyne. Llegó el descanso y el momento de reafirmar ideas y de cambiar lo que fuera necesario.
Y así lo hizo Guardiola. Señaló claramente a Stones al bajar a Jesús Navas al lateral. La defensa de 3 se convirtió en una de cuatro, y más aún cuando cambió a Sterling por Sagna, su único cambio del partido.
Pero cuando eso sucedió, el encuentro era otro. el 'Gladbach se había quedado con 10 por la expulsión por doble amarilla de Stindl, y el City no lo aprovechó.
De hecho, tiró por la borda esa ventaja al quedarse también con 10 por la expulsión de Fernandinho. Eso obligó a cambiar el sistema. Entró Sagna, subió un central al centro del campo y Navas se reafirmó como lateral diestro hasta el final del partido.
Y no se movió más el marcador. No lo necesitaba el City tampoco. Haga lo que haga contra el Celtic en Manchester en una semana, será segundo.
El 'Gladbach depende de sí mismo: un punto ante el Barcelona le vale para ser tercero, gane el Celtic o no al City en la última jornada. Si no, podría hasta quedar eliminado.