El club más remoto del planeta: a 2.440 km de la costa y sin rival

A lo largo de la historia se ha utilizado el tópico de que "el fútbol está en todos los puntos del planeta". Este deporte destaca por los pocos recursos que se necesitan para jugarlo: un terreno espacioso, cuatro objetos cualesquiera para la portería y un balón.

Y la frase anterior es cierta: hasta en el lugar más inhóspito del planeta se juega al fútbol. Esta es la historia del Tristão da Cunha Football Club, que tiene el honor de ser el club más remoto del planeta.

Antes de nada, ubiquemos esta isla. Tristán de Acuña, que posee el récord Guiness de lugar más remoto, está estrechamente vinculada a la Isla de Santa Elena, su punto más cercano en el planisferio. La Isla de Santa Elena es conocida por ser el lugar en el que Napoleón Bonaparte falleció en 1821.

Pasaron hasta casi 20 años hasta la repatriación del cuerpo a París. Cuando los restos del emperador llegaron a tierras galas, los franceses decidieron que el lugar de la muerte de Napoleón quedase desterrado del resto del mundo. Y así fue.

Pero no es la Isla de Santa Elena la que nos ocupa, sino la de Tristán de Acuña, a 2.440 kilómetros de distancia. Antes de nada, es preciso aclarar una que no es una única isla, sino un archipiélago compuesto por cuatro islas.

La mayor es Tristán de Acuña, y más cerca están Inaccesible y Nightingale, que están deshabitadas. A estos dos islotes fantasma se une la isla volcánica de Gough. Actualmente sólo hay vida en la capital, Tristán de Acuña.

Aunque pueda parecer de origen luso por su nombre en honor a su descubridor, lo cierto es que es propiedad británica. 300 años después de su descubrimiento, el monarca Jorge III reguló la anexión del territorio a la Corona Inglesa.

Sólo hay una localidad

Edimburgo de los Siete Mares. En ella, la población actualmente no llega al medio millar. Sólo hay ocho apellidos diferentes, todos de ellos de origen anglosajón (Glass, Green, Hagan, Laverello, Repetto, Rogers, Swain y Patterson), para unas ochenta familias.

Ni siquiera hay hospital en el archipiélago, sólo médicos de cabecera y ciertos especialistas. Para atender cualquier urgencia hay que ir a Ciudad del Cabo, y ante la ausencia de aeropuerto, un viaje en barco toma seis días. Aun así, disponen de otros servicios menos básicos como televisión o internet.

Pasemos a materia futbolística. Fundado en 2005, el TDCFC (Tristão da Cunha Football Club) está integrado por todas las personas con la edad apropiada para jugar. Actualmente son 15 los futbolistas que componen el equipo.

La camiseta oficial del TDCFC alterna dos tonalidades azules, una celeste y otra más profunda. El escudo del archipiélago rige la elástica y destaca también la presencia de un patrocinador: una asociación pesquera local llamada 'Ovenstone Agencies'.

No son suficientes para jugar entre ellos

En cuanto a la chispa del fútbol, los partidos oficiales, empieza a torcerse la cosa. Como decíamos, el archipiélago está muy remoto, por lo que no es fácil encontrar un equipo que pueda jugar contra el TDCFC. Ni siquiera hay dos equipos que compitan, como sí sucede en las Islas Sorlingas, una exótica competición formada por dos clubes.

El primer partido oficial del equipo fue contra el club de un barco pesquero sudafricano llamado Edinburgh. Nuestros protagonistas siguieron disputando entre tres y seis partidos por año contra otros equipos que navegaban el Atlántico, ya que ni siquiera son suficientes para disputar un encuentro entre ellos.

De hecho, una vez al año se disputa un torneo llamado 'Table Bay Marine'. El TDCFC se subdivide en Tigers y Sharks y juegan partidos de cinco contra cinco. Es la competición por antonomasia de Tristán de Acuña.

Entre sus partidos más destacados se encuentran un 9-0 al RFA Black Rovers y un 10-5 al International Salvage XI, ambos equipos fruto de las tripulaciones de barcos que, como se suele decir, "merodeaban por allí".

El jugador-entrenador, Leon Glass, en declaraciones de archivo ya negó la posibilidad de participar en los Island Games. Esta competición reúne a selecciones de lugares de diferentes estatus políticos, desde municipios a regiones autonómicas o condados. Entre los más conocidos destacan Menorca, Gibraltar, Groenlandia, Islas Feroe, las Bermudas o la propia Isla de Santa Elena.

"Nos planteamos inscribirnos, pero la logística y las trabas financieras hacen que nos sea muy complicado viajar y competir", declaraba Glass. Al equipo le tocará esperar la llegada de tripulaciones que acepten el reto de enfrentarse a este exótico equipo.

Esta es la historia del Tristão da Cunha Football Club, un equipo precario pero que nunca pierde las ganas de echar el balón a rodar. Y es que el fútbol demuestra ser tan universal que llega hasta a lugares que se les escapan a nuestra retina.