Semanas atrás, la Liga Rusa fue noticia por un choque en el que el Rostov tuvo que salir a jugar con juveniles porque su rival, el Sochi, le negó la posibilidad de un aplazamiento ante su plaga de positivos por COVID-19. Ahora, el karma ha cambiado de barrio.
Y es que el Sochi quién ha visto estos cómo el coronavirus ha hecho mella en su plantel; hasta nueve jugadores diferentes dieron positivo en el test.
Quiere decir que no tiene disponibles suficiente para afrontar el siguiente choque liguero, en campo del Tambov. Eso sí, ellos no tendrán que presentar a juveniles, puesto que la normativa cambió días atrás para evitar más casos así.
En cualquier caso, el sino del Sochi es la derrota, ya que el cambio en el reglamento otorga los tres puntos directamente a su rival. No pasaría de historia del karma si no fuera porque la clasificación ahora les dejará una situación muy complicada.
Y es que el Sochi, decimosegundo con 33 puntos, tiene solo dos de ventaja sobre el Akhmat Grozny, el primero de los dos que jugaría el 'play off' de descenso. El otro es justamente el Tambov, que con esos tres puntos ya garantizados se colocará a dos del Sochi y con el averaje a su favor.
Matemáticamente ya es imposible que el Sochi baje por la vía directa, pero en la última jornada se verá obligado a ganar a domicilio si no quiere depender de los otros dos rivales para librarse de la eliminatoria de descenso. Todo esto contando con que recupere a sus nueve positivos. De no hacerlo en tiempo, algo complicado, perderá administrativamente los tres puntos y tendrá que rezar mirando lo que pasa en otros campos.