Erling Haaland fichó por el Manchester City para dar continuidad a su vitola como uno de los delanteros más feroces del planeta, pero su primer día con la casaca 'sky blue' en un encuentro oficial no salió nada bien. Apenas brilló frente al Liverpool en el duelo por el Community Shield y, para colmo, falló una ocasión clamorosa.
En el tiempo añadido, cuando los otros debutantes Darwin Núñez y Julián Álvarez ya habían visto puerta, el ex del Borussia Dortmund se quedó completamente solo ante Adrián tras un rechace y, en lugar de firmar la diana que habría dado un ligeramente mejor sabor de boca a su actuación, estrelló el esférico con el larguero.
La jugada terminó de confirmar que no estaba nada inspirado. En todo el tiempo anterior, había estado difuso y sin ideas. Cuando había podido conectar con balones que sus compañeros le disponían, no había sido capaz de reconducirlos al fondo de las mallas rivales, que se regocijaron en su desacierto para alzarse con el trofeo.
En el Liverpool, por contra, sí que hubo tino ante Ederson e incluso suerte. En el primero de los goles de los 'reds', un mal despeje de Nathan Aké propició que Alexander-Arnold abriera la lata desde la frontal y, más adelante, Rúben Dias cometió un penalti por una mano involuntaria que facilitó el 2-1, obra de Mohamed Salah.