El Córdoba no pudo imponerse al Lugo en la gran final por la salvación que podía cambiar el rumbo de los acontecimientos y quedó pendiente del mayor de los milagros para sortear un descenso que parece inevitable.
El Lugo aprovechó las facilidades defensivas que dio una semana más el equipo cordobés y se llevó un triunfo que vale oro en su lucha por evitar la quema.
Y eso que el comienzo de los blanquiverdes no fue malo. Andrés, omnipresente durante todo el choque, comenzó con desborde y merodeó el tanto antes de que los visitantes se adelantaran.
Pero el Córdoba no iba a estar tan firme arriba como en defensa. A la primera, el Lugo aprovechó un despiste de la zaga andaluza y se puso en ventaja. Cristian Herrera pisó línea de fondo y le regaló el tanto a Escriche con el pase de la muerte.
Los locales no reaccionaron y Aburjania se topó poco después con el larguero en lo que pudo ser el 0-2. También el Córdoba mereció reaccionar en la primera mitad y se topó con la madera. Fue de nuevo Andrés, que con Juan Carlos casi vencido envió su remate al palo derecho.
Con 0-1 se llegó al descanso, pero el Lugo no tardaría en herir de muerte a los de Rafa Navarro. Casi nada más volver del descanso, Lazo robó, pisó área y con rapidez fusiló a Lavín para poner el 0-2 para los lucenses.
Mientras Andrés se daba con una piedra y era el único argumento ofensivo local, el Lugo seguiría haciendo goles, con Cristian Herrera picando por encima de Lavín a media hora del final y Tete Morente haciendo lo propio al final.
Severo castigo para un Córdoba que aspiraba a acabar la jornada a siete de la salvación y terminará a 12. El Lugo responde al triunfo del Extremadura en Málaga y demuestra que no está vencido.