La depresión del Espanyol en LaLiga sigue su curso. Podía conseguir una alegría el conjunto de Machín, pero cual presente de amigo invisible regaló los tres tantos para que Osasuna sumase una nueva victoria a domicilio.
Dio el primer aviso Osasuna por medio de Chimy Ávila, pero el argentino se encontraba adelantado cuando el balón rebotó en su cuerpo antes de que entrase en la portería.
Fue a partir de ahí cuando mejoró el Espanyol. Wu Lei estuvo cerca de marcar con un cabezazo que, posteriormente, tocó en la mano de Roncaglia. Tras el aviso del VAR, Melero López señaló penalti y Marc Roca se encargó de transformarlo.
Pudo irse el partido al descanso con el 2-0 en el marcador y también con el 1-1, pero la falta de puntería de ambos conjuntos y las intervenciones de los arqueros privaron de ver más goles en el RCDE Stadium.
El paso por los vestuarios enfrió al Espanyol y puso en ebullición a Osasuna. Los Reyes Magos aparecieron en el RCDE Stadium para regalarle a Osasuna una victoria para volver por el camino correcto.
Primero fue una pérdida de Marc Roca que acabó con un cabezazo de Rubén García en el primer minuto de la segunda mitad. Pero no quedaron ahí los presentes, pues un error flagrante de Bernardo le regaló el cuero al Chimy para darle la vuelta al electrónico.
Parecía dar una vida extra Osasuna con la expulsión de Roncaglia. Sin embargo, Osasuna se hizo gigante pese a tener un hombre menos y se lanzó a por el partido ante un Espanyol inoperante.
El descalabro 'perico' llegó con otros dos regalos. Esta vez fue Sergi Darder el que permitió al conjunto navarro firmar, por medio de Moncayola, la sentencia del partido. Finalmente, en una contra tras una falta a favor del Espanyol, el Chimy fue derribado y Roberto Torres marcó el cuarto.
Solo el tanto de Calleri en la última jugada del partido permitó al Espanyol no marcharse con el 1-4, pero sí con la sensación de que ha dejado escapar demasiados regalos en un partido clave para la permanencia.