Con envidiable soltura, con descaro ante las rivales, con perfección de cara a la portería rival, con potencia, con intensidad, con elegancia, con un fútbol de calidad, el Málaga Femenino conquistó el primer título de la temporada y se alzó con el Trofeo Costa del Sol.
El Pozuelo fue testigo de un monólogo malagueño impulsado por unos primeros 45 minutos de escándalo, en los que el dominio costasoleño fue el protagonista indiscutible.
Comenzaron las malaguistas muy lanzadas al ataque, adueñándose de las primeras ocasiones del partido. Apenas le hizo falta a las locales asomarse a la portería rival, ya que, a los cuatro minutos del pitido inicial del encuentro, el gol de María Ruiz subía al marcador.
Desde su campo, el Málaga se lanzó al ataque, concediéndole en bandeja de plata a la joven atacante una maravillosa asistencia que le permitió dejar atrás a una descolocada zaga portuguesa. La goleadora elevó el esférico por encima de una Francisca totalmente batida, que salió de su área a la desesperada, pero no pudo hacer nada para despejar el balón. Con el arco totalmente desprotegido, María no tuvo más que ver entrar el esférico bajo los tres palos lusos.
El Málaga abría la lata ante su público y se mostraba firme en ataque. El Benfica no se escondió en tierra propia y se armó de valor para acechar la portería malaguista. Con un potente disparo, las lusas probaron a una siempre firme Chelsea, que no dudó ni un instante y sacó una mano salvadora, la primera del partido, para despertar la ovación del público presente.
Cuando el duelo se acercaba a los primeros 20 minutos de partido, Kuc, tras un choque en un balón dividido, se vio obligada a abandonar el terreno de juego, dando entrada a Celia en su lugar.
Celia no se hizo esperar
Nada más salir al partido, el fichaje estrella del conjunto de la Costa del Sol dejó atrás a un rival y se adentró en el área para buscar su primer tanto con la camiseta blanquiazul, pero, finalmente, Francisca le cerró el ángulo.
Eso sí, en la siguiente jugada Celia no perdonaría. La autora de los 77 goles, se lanzó al ataque apenas cinco minutos después, en una jugada prácticamente calcada al primer tanto. Un nuevo cara a cara con la meta del Benfica que, en esta ocasión, la canaria se llevó a su terreno, para poner el segundo tanto costasoleño en el luminoso de Pozuelo.
Cuando se cumplía la primera media hora de partido, Adriana Martín, con el brazalate de capitana luciendo en su brazo, armó una jugada maravillosa, pillando, de nuevo, a la defensa descolocada, tras una fantástica asistencia. El Benfica volvió a caer, una vez más, en el mismo error, el tercero del partido, para que la jugada de Adriana la rematara a placer Natalia en el segundo intento.
Debut en forma de doblete
Con el tercer tanto en el marcador y el público en pie, llegó el doblete de Celia. La de Las Palmas comenzó con el Málaga tal y como finalizó en la competición canaria: anotándolos a pares.
Sin apenas tiempo para celebrar el tercer tanto, el cuarto llegó tres minutos después. Nuevo pase medido desde la medular y nuevo despiste del conjunto luso para concederle a Celia el placer de controlar y rematar con una libertad insultante.
El Málaga no le concedía ni un solo respiro a las portuguesas, que volvieron a dormirse atrás, permitiendo a las locales lanzarse de nuevo al ataque. En el enésimo error del Benfica, Natalia enganchó de primeras otra asistencia medida, sin percatarse de que Adriana estaba mejor colocada, disparó muy forzada y su lanzamiento se marchó por encima de la portería lusa.
Pero no todo sucedió en territorio luso. En la otra punta del terreno de juego, Chelsea volvió a demostrar su jerarquía bajo palos tirándose a bocajarro, quitándoce de encima una de las mejores oportunidades del Benfica en todo el partido. En el rechace, la zaga malaguista, muy atenta durante todo el encuentro, terminó sacando el balón de su área con una seguridad envidiable.
Control y dominio absoluto
Ya en la segunda mitad, el Benfica salió mucho más enchufado arriba. Con un once prácticamente renovadado de las costasoleñas, Antonio Contreras dio salida a las recién llegadas, ofreciendo un aire nuevo al equipo.
Con el equipo renovado prácticamente de punta a punta, Celia tomó el control del juego por la banda derecha. La recién llegada manejó el control del balón, sumándose al ataque y bajando a defender. La intensidad de la malagueñas bajó con las suplentes sobre el césped, seguras del amplio marcador a su favor.
Poco después del primer cuarto de hora de la segunda parte, el Málaga volvió a ser dueño y señor del esférico, imposibilitando cualquier intento de las lusas de acercarse, siquiera, a la portería defendida por Castaño, que entró en la reanudación del encuentro en lugar de Chelsea, para estrenarse como guardameta blanquiazul.
Shiv sigue haciendo de las suyas
Con el partido algo más parado, Shiv ofreció ese toque de intensidad que tanto caracteriza al Málaga. En el 70', la inglesa dejó notar su velocidad, un clásico en cada partido. Dueña y señora de la banda izquierda, la joven lateral se sumó al ataque con un gran derroche de velocidad y bajó a defender en cada jugada peligrosa del rival.
A falta de cinco minutos para el final del partido, la propia Shiv recogió el rechace de la guardameta rival, al lanzamiento de Mascaró, y se sacó de la manga un potente disparo desde la frontal del área. Katia, muy firme bajo palos, atajó sin problemas el esférico.
Ya con el tiempo cumplido, Mascaró tuvo una oportunidad de oro para subir el quinto al luminoso malagueño, pero le faltaron unos centímetros para empujar el balón y anotar el placer. Hasta el 92' se alargó el encuentro, con el Málaga disfrutando ante su afición y el público entregado.
Una gran victoria, la primera de la temporada, para un Málaga Femenino que comienza el curso tal y como lo terminó, celebrando victorias, consiguiendo títulos y levantando, para seguir haciendo historia, el Trofeo Costa del Sol.
12 de agosto de 2018