Así lo ha rememorado en una nota del club su presidenta, Manuela Romero, que ha considerado la consecución de este título como "un sueño hecho realidad tras muchos años de trabajo y esfuerzo".
Ha resaltado que "es increíble pasar de sentirse cenicienta a reina y haber logrado algo histórico para nuestro club y nuestra ciudad".
Romero ha asegurado que sintió "una emoción enorme" que casi no puede explicar, y que "miró al cielo y se acordó de personas que ya no están y después sintió "un escalofrío" al ver a jugadoras y cuerpo técnico "abrazados celebrando el título".
En la misma línea, el técnico Antonio Toledo, ha expresado que "todo fue como un cuento, un precioso cuento con un final feliz y donde la cenicienta demostró ser la verdadera reina".
Cuando el árbitro pitó el final se acordó de "todos los sacrificios y penurias que hemos pasado y que al final merecieron la pena, y también tuvo tiempo para reírse "de aquellos que nos han puesto tantas zancadillas en nuestra ciudad".
A Toledo le vuelven a la mente las caras de sus jugadoras en la final, "su concentración, su piña, su carácter y su entrega", además de "su desbordante alegría" al recibir la Copa.
La delantera Cristina Martín-Prieto ha asegurado que vivió "el mejor cuento que pudimos contar" y, sobre el premio individual a mejor jugadora de la final al ser la máxima goleadora, ha señalado que es algo que "toda jugadora quiere" y que gracias a sus compañeras lo pudo lograr.
Ha reconocido que al acabar la final pensó en que estuvieron "a punto de no poder ir a Melilla y de perdernos ser campeonas de España por no tener dinero para viajar".
Por su parte, la capitana Patri Gavira ha opinado que la Copa de la Reina es "la competición más bonita, porque puede pasar lo más inesperado".
"Se había cumplido un sueño que, poco a poco, a medida que íbamos pasando los partidos, nos íbamos creyendo más que era posible", ha relatado Gavira, quien ha subrayado que al final "habíamos dado la campanada".