Barcelona de Guayaquil tiene muchos grandes nombres a lo largo de su historia, pero el de Juan Manuel Bazurco es uno de los más místicos que siempre han acompañado al conjunto ecuatoriano.
Fue en la Libertadores de 1971 cuando este sacerdote español llegó al club. Su vocación no le impedía aún ser futbolista y firmó una actuación espectacular en aquella Libertadores.
Se convirtió en ídolo de Barcelona tras marcar un gol clave en La Plata para poner al conjunto de Guayaquil a un triunfo de la final de la Libertadores. Tras perder en casa contra Estudiantes, Bazurco anotó el único gol del partido disputado en tierras argentinas para poner en bandeja el pase a la final.
Cabe recordar que Estudiantes de La Plata llevaba tres años consecutivos ganando la Copa Libertadores y cosechaba dos años de forma seguida sin perder un partido.
"La gente se echó a las calles. Todos nos estaban esperando cuando llegamos. Me decían 'gracias, padre', y algunos incluso se habían disfrazado con la sotana y el alzacuellos", recordó años atrás Bazurco a la revista 'Líbero'.
Después, Barcelona acabaría perdiendo ante Unión Española y dejó escapar una oportunidad única en una Libertadores que acabaría levantando el Nacional de Cubilla, Espárrago, Ancheta, Masnik o Ubiña.
'Botines benditos', como le apodaron después de aquel gol, se acabó marchando de Barcelona ese mismo año y colgó las botas poco después para proseguir con su vocación de sacerdote. Finalmente volvió a España, donde se convirtió en profesor de Filosofía antes de fallecer en 2014. Una historia única que forma parte de las particularidades de un torneo tan especial como la Libertadores.
12 de mayo de 2019