Ramos era un capitán feliz y orgulloso camino de vestuarios. En el Allianz, en una dura batalla ante el Bayern, el Madrid fue el último en quedar en pie gracias, en parte, a un Ramos que apagó varios incendios en la segunda mitad. Tras el partido, al defensor le tocó hablar en los medios.
Como casi siempre, Ramos dejó varios titulares: dio la cara por Iniesta y reclamó los Balones de Oro perdidos para el manchego, al mismo tiempo que mandó un mensaje dirigido a José Mourinho, aunque obviamente no mencionó directamente al portugués.
Cuestionado por la figura de Zidane, Ramos fue muy claro. "El entrenador del Madrid va a estar siempre cuestionado. Yo me pasé siete años aquí sin ganar una Champions y a alguno de esos entrenadores ni siquiera se les criticaba. Cuando Zidane tiene que apostar, lo hace, es el que manda", señaló.
Además, Ramos habló del odio que puede generar el Madrid a causa de los éxitos europeos: "Cuando algo se repite tantas veces como ganar una Champions, ver al Madrid ganar tanto genera que la gente no tenga esa empatía, pero no nos van a descentrar".