El atacante ghanés pasó de ser un nombre no demasiado prioritario en la agenda del Barcelona a convertirse en flamante fichaje 'culé'... y la operación, según 'Sport', se fraguó en tan solo 48 horas.
El citado medio asegura que durante el pasado sábado, Ernesto Valverde buscaba la llegada de Carlos Vela, pero la directiva no daba el visto bueno. El precio de Morata y la negativa del Beijing Gouan de vender a Bakambu cerraba puertas a otros candidatos.
En esa situación de atasco por los tres jugadores citados, apareció el nombre de Boateng, aunque su llegada no convencía al propio Valverde, pero el técnico cambió de opinión gracias a una persona: Quique Setién.
Siempre según la citada fuente, Segura, Abidal y Planes llamaron a Quique Setién por teléfono con Valverde delante y le preguntaron al técnico del Betis sobre Kevin-Prince, a quien entrenó en las palmas. La respuesta fue positiva.
Esa llamada lo cambió todo y la directiva se puso manos a la obra para cerrar la operación lo más rápido posible, tanto que solo tardaron unas 48 horas en cerrar todos los flecos para que el ghanés llegara a Barcelona.