"Han pasado cinco años, pero parece que fue ayer. El fútbol pasa muy rápido pero no dejo de emocionarme. Cambió la historia de nuestro club, hacía mucho tiempo que no se ganaba la Champions, era mi primera Copa de Europa y prácticamente cuando estaba todo perdido", reconoció el zaguero en una entrevista para 'Real Madrid TV'.
En este sentido, Sergio Ramos quiso enatizar en su discurso y subrayó: "Después de ese momento le dije a mi madre que a partir de ahí podía morirme tranquilo. Es el mejor, el gol de mi carrera por lo que representa no solo para mí, sino para el fútbol y para nuestro club".
"Soy muy optimista y hasta el último segundo pienso que es posible. Soñaba que llegase ese balón perfecto para poder rematarlo y que acabase dentro. Dicho y hecho: un gran balón de mi 'hermano' Modric, que lo hace volar, y fue donde tenía que ir. Ese balón no lo rematé con la cabeza, lo rematé con el alma", relató.
Asimismo, Sergio Ramos recordó cómo hizo piña antes de la prórroga: "En esos momentos, normalmente habla el míster y a mí también me gusta decir unas palabras. Pasara lo que pasara podíamos irnos con la cabeza alta a casa porque habíamos dado todo dentro del campo".
"La dedicatoria del gol era para mi mujer, Pilar, y para Sergio, que acababa de nacer. Toda mi familia estaba en el estadio, salvo mi mujer y mi hijo, que como había nacido en una fecha tan cercana a la final no pudieron viajar. Los gestos eran para ellos. Luego, también para mis abuelos, a los que siempre les dedico muchas cosas mirando hacia arriba. Mi abuelo me dijo que algún día se tendría que morir y que creía que no me vería ganar una Champions", agregó.
No obstante, el central recordó la felicitación de Iker Casillas en Lisboa: "Me dijo: 'Hermano, eres el puto amo, te quiero'. A Iker le tengo un cariño especial de una relación de muchos años, somos muy buenos amigos".
Entretanto, Sergio Ramos también alabó las palabras de Florentino Pérez antes de la final: "Fue un gesto muy cariñoso por su parte depositar su confianza en mí. Te hace sentir un poco más importante y que yo le pudiera transmitir esa confianza al grupo, que tirase de él en los momentos importantes. Esa fusión al final tuvo su premio"
"Nunca dejé de soñar y de trabajar con constancia para tener esa ilusión de conquistar la Champions. Nunca perdí la esperanza de conseguirla. Las finales no se juegan, se ganan. Nosotros hemos tenido una gran suerte de jugar muchas finales de Champions y la mayoría las hemos ganado. Sobre la celebración en Cibeles, después de tantos años es una alegría muy grande disfrutar de ese momento único", añadió.
Además, el ahora capitán del Real Madrid no deja nunca de presumir de su minuto 93: "Siempre será un gol que pasará a la historia. Es un trabajo de equipo y de mucho sacrificio que necesitaba terminar la historia y el cuento con ese resultado. Me tocó meter el gol, pero pasaremos a la historia como equipo, no solo por el gol de Sergio Ramos".