Los resultados no son malos, pero la afición no quiere lanzar las campanas al vuelo al ser varias pruebas ante equipos de Segunda B o Tercera.
Los encuentros ante Valladolid y Lugo fueron los más duros para el conjunto deportivista. Un empate y una victoria para los de Natxo González en estos dos partidos. En ambos probó su habitual 4-4-2.
Una defensa sólida parece haberse impuesto en la zona de atrás del Dépor, al contrario de lo vivido en la temporada pasada. El técnico parece haber recuperado la seguridad defensiva, una de las claves para lograr el ascenso.
Las jugadas a balón parado están siendo esenciales para el equipo en estas pruebas de la pretemporada. El cuadro gallego afronta con ilusión la nueva temporada.