El Deportivo de La Coruña continúa con su costumbre de espiar a los jóvenes talentos portugueses, trabajo facilitado por la cercanía geográfica entre la localidad gallega y el país vecino.
La última perla que quieren atar en Riazor es Amorim, un jugador de 18 años que ya está dando que hablar.
Sus habilidades técnicas y su polivalencia han provocado el interés de los blanquiazules, que buscarán iniciar las negociaciones con la mayor brevedad posible.