El PAOK ganaba 5-0 al Levadiakos, un triunfo que le daba la Liga, algo que se le había resistido desde hacía más de 30 años. Ya al ver las alineaciones muchos esperaron que sucediera, y en el minuto 90, ocurrió.
Vieirinha, capitán del equipo, había caído lesionado la jornada anterior, ante el Larissa, en uno de los pocos partidos que el PAOK no logró ganar este curso, lo que pospuso el alirón. En el minuto 37 su rodilla hizo 'crack'. Se había roto los ligamentos.
15 de abril de 2019
El tiempo estimado de baja para esa clase de lesiones es de unos seis meses. Como mínimo. Por eso sorprendió no ya que fuera convocado para el partido contra el Levadiakos, sino que estuviera en el banquillo.
Y cuando en el 90' se despojó del chándal para entrar al partido, la Tumba de Salónica se vino abajo. Su capitán, pese a su gravísima lesión, se disponía a entrar al partido, a jugar los minutos finales del encuentro en el que su equipo se proclamaría campeón.
23 de abril de 2019
Fue cambiado por Pelkas, recibió el brazalete de capitán y como tal levantó el trofeo que acreditaba al PAOK como campeón de la Liga Griega, por primera vez en su formato actual, y por primera vez en 34 largos años. La fiesta estuvo a la altura.
23 de abril de 2019