Estaba la plantilla madridista entrenándose bajo la atenta mirada de Zidane cuando Marcelo decidió mandar con un pelotazo el esférico hacia arriba.
Entonces apareció Cristiano Ronaldo, que nunca da un balón por perdido. El delantero portugués se posicionó hacia la izquierda para controlar el esférico y con la punta de la bota dejó el balón muerto en el suelo.
El detalle de calidad del portugués despertó los gestos de asombro de sus compañeros.
¡El equipo está entrenando en la previa al clásico! #RMCity pic.twitter.com/d08k5gYAQm
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) 5 de mayo de 2018