La información la recogió Adam Robinson, periodista que escribió el libro 'Terror en el campo', partiendo de las notas escritas por Ahmed Zaoui, otro terrorista de Al-Qaeda.
Según él, Bin Laden tenía pensado atentar contra los internacionales ingleses, que debutaron en aquel Mundial ante Túnez, como harán esta vez en Rusia, en pleno partido.
El grupo terrorista tenía planeado infiltrar a tres personas dentro del estadio haciéndose pasar por voluntarios y, en un lapso de 20 segundos, uno de los terroristas debía hacer explotar su chaleco bomba junto a Seaman, el portero inglés.
Un segundo terrorista tiraría una bomba al banquillo, lugar que aquel día ocuparon Beckham, Owen y Hoddle, el técnico. Después, un tercero dispararía a Shearer y seguiría abriendo fuego contra la grada.
"Años después me dijeron que intentaron explotar el banquillo inglés. Por mi cabeza no pasaba que algo así fuera posible", dijo Hoddle años después.
También se desveló que se llegó a planear un ataque al hotel en que se alojaba la selección de Estados Unidos.
El encuentro lo ganó Inglaterra por 2-0 con goles de Shearer y Scholes, mientras que Southgate, el actual seleccionador de los 'three lions', fue titular.
A Bin Laden le gustaba el fútbol y fue a algún partido del Arsenal, pero el conjunto londinense lo vetó en 2001.