Con tanto descerebrado ocupando las parrillas informativas por dar rienda suelta a sus locuras, da un poco de miedo ver a alguien que no está compitiendo correr sobre un campo de fútbol.
En la última visita del Barcelona al Olympiakos, un espontáneo saltó al césped para besar a Messi ante la pasividad de una seguridad que le dejó volver a sentarse un su butaca tras el incidente.
Sin embargo, la historia no terminó ahí. Minutos más tarde, otro aficionado quiso celebrar la 'jornada de puertas abiertas' en Atenas para hacerse un selfie con el astro argentino...
No hace tanto, en Lisboa, también saltó un espontáneo al césped del Jose Alvalade para rendirse ante Messi y besarle la bota izquierda.
Tampoco ha pasado mucho tiempo, del hombre que saltó al campo para reivindicar la independencia de Cataluña en el archiconocido Barcelona-Las Palmas que se jugó en el Camp Nou... ¡a puerta cerrada!
Por fortuna para el Barcelona, hasta la fecha, sólo han sido aficionados que querían abrazar a sus ídolos, pero es mejor prevenir que lamentar alguna desgracia, como la que intentó aquel cafre que quiso agredir a Mbappé en Glasgow...