Ivica Todorov es un trotamundo de los banquillos. De Francia a Egipto pasando por Congo y Burkina Faso, entre otros países. Y, en 2011, dio con un joven que más tarde se convertiría en uno de los mejores del mundo, Salah.
"Llegué a Egipto al Arab Contractors. Me faltaban jugadores. Fui a ver un partido junior y, allí, con 0-1, hay un jugador que entra con el número 14 en la parte de atrás. Era Mohamed Salah. En 16 minutos marcó un gol y dio una asistencia", dijo a 'France Football' el ya ex entrenador.
Todorov pidió que le enviasen al entrenamiento de su nuevo equipo, y a partir de ahí comenzó a fraguarse la leyenda de Salah. "Sentí que tenía cualidades extraordinarias", aseguró sobre un jugador al que le dio galones desde el principio.
"Cinco días después de su llegada al grupo lo pongo contra el El Ahly. Cogió la pelota en nuestra área, dribló a todos y marcó. Todos saltaron sobre él. Cayó en mis brazos llorando", aseveró.
Nueve meses después de subir al primer equipo, Mo Salah se marchó al Basilea. "Algunos jugadores se mueven rápidamente con la pelota en sus pies. Salah va muy rápido, pero donde es diferente a los demás es que va muy rápido durante estos cambios de dirección", sentenció.