El día que un árbitro dirigió un partido a caballo

Los árbitros son una parte importante en el fútbol, ya que tratan de impartir justicia de igual manera a dos equipos. Sin embargo, los colegiados han protagonizado a lo largo de la historia varias acciones que quedarán para la posteridad. Hace unos días, Tony Chapron se convirtió en protagonista en Francia durante el Nantes-PSG.
El brasileño Diego Carlos tropezó con el árbitro en plena carrera para seguir una acción y éste le mostró la segunda amarilla, por lo que acabó siendo expulsado. A raíz de este caso, vamos a recuperar una historia bastante extraña y curiosa de un árbitro hace ya más de 90 años.
Nos ponemos en contexto. Marzo de 1925, Córdoba (Argentina). Vélez y Peñarol disputaban la final del torneo de Segunda División de la Liga Cordobesa en el campo del barrio 'El Abrojal'. Los dos equipos tenían la oportunidad de ascender a Primera, todo un premio.
Los equipos llegaron sin problemas al recinto, lo mismo que Carlos Libertario Linossi, encargado de impartir justicia en el partido. Llegó en su caballo y lo dejó en el potrero, para marcharse a vestuarios y arreglarse para la ocasión. El partido empezó sin ningún problema y todo transcurrió con total normalidad. Los goles aparecieron y el encuentro marchaba 1-1 en el marcador cuando ocurrió algo fuera de lo normal.
En el minuto 30 de la segunda mitad, Peñarol se adelantó y estableció el 1-2, el que le daría el ascenso. En ese momento, los aficionados de Vélez invadieron el terreno de juego. No había nada que impidiera el acceso al campo. El Abrojal no tenía vallas para contener a los seguidores y todo se volvió un descontrol. Los hinchas locales fueron directos a pegar a los jugadores de Peñarol, pero la afición visitante también entró a escena y empezó una dura batalla.
El descontrol era evidente y el 'Loco' Linossi, como así le llamaban, decidió intervenir de una forma extraña y bastante curiosa. Fue a por su caballo y empezó a separar a las dos aficiones para que la cosa no fuera a más. Unos 10 minutos tardó Linossi en hacer que todo volviera a la calma. El árbitro argentino reanudó el encuentro y siguió a lomos de su caballo para dirigir lo que le quedaba al partido.
Finalmente, Peñarol logró su objetivo y ascendió a Primera, pero lo que siempre quedará en la memoria es la actuación de Linossi, toda una figura que llegó a arbitrar más de 2.500 partidos de Liga Cordobesa entre 1917 y 1965. El 'Loco' ha sido el único colegiado en la historia que dirigió un partido a caballo. Una pena que no hubiera una cámara que captase ese momento.