Tras doce jornadas, el Dinamo de Moscú ha vuelto a caer a los puestos de descenso directo. Solo tiene diez puntos, fruto de dos encuentros ganados y cuatro empatados.
Ha encadenado una mala racha de tres derrotas seguidas, y la última, ante el Orenburg, unida al triunfo del Akhmat de Grozny en casa del Ufa, han llevado al histórico club moscovita a la zona de peligro.
El Dinamo ya descendió, por primera vez en su historia, al término de la temporada 2015-16, jugando (y ganando con autoridad) la Segunda División de 2016-17.
Pero la sensación de crisis no abandonó al Dinamo pese al retorno a la élite. Hace dos temporadas quedó en octava posición, en tierra de nadie, y el pasado curso evitó, más por sus rivales que por sus méritos propios, el tener que disputar el 'play off' por la permanencia.
Este sábado, los goles de Kulishev y Radakovic, ambos en el segundo tiempo, sentenciaron a un Dinamo de Moscú deportivamente en números rojos.